domingo, 21 de marzo de 2010

Los Barrios y la Vida Cotidiana

Este es un tema que me ha venido interesando bastante en el último tiempo y que muestra con claridad una geografía donde se establecen ciertos valores compartidos y sobre todo donde se construye una identidad común; hablamos: del barrio. Este es un ámbito que puede asociarse con la escala más "micro" cuando nos referimos a recortes territoriales más amplios como una ciudad, una región o un país. No deja de ser interesante, por otro lado, las manifestaciones de la vida local en el espacio que es co-constituido por todas aquellas acciones municipales pero también por las vecinales que le otorgan a ese ámbito características específicas, y hasta cierto punto intrínsecas, puesto que cuenta con una historia, y ello a las claras explica la dinámica propia del barrio, y su desarrollo urbanístico.
Siguiendo a Denis Merklen, autora que analiza el tema de los barrios populares en la democracia en América Latina, pero con eje de análisis en la Argentina, algunas cuestiones que ella plantea son la relación de ese territorio con la cohesión social, mediante el despliegue de algunas estrategias de supervivencia por parte de diversas familias que cuentan con escasos recursos económicos para la adecuada autorreproducción social. La vinculación de estos "ámbitos domésticos" con los proyectos políticos, y el emplazamiento de políticas de desarroll0. Son todas estas, preguntas inquietantes que deberían encontrar respuesta en lo que puedan obtener de los gobiernos, principalmente a escala municipal, y en menor medida de los habitantes mismos, puesto que dependen sustantivamente de las solidaridades locales (Pobres Ciudadanos, p. 137) en su lucha contra la pobreza, aunque no se logren resultados, frente a lo que si puedan aportar el acceso a un mercado de trabajo estable y la coordinación con diferentes entidades institucionales. Asimismo, el acceso a los servicios básicos es, en todos los casos donde se hace visible la huella de la precariedad y la marginalidad, un resultado de la acción política. Concomitantemente con estos procesos de fragmentación social, se cristaliza la imagen del gueto, un concepto sociológico que alude a formas urbanas como las villas miseria, en Argentina o Uruguay, y las favelas, en Brasil. Esta accesibilidad a los servicios, como se señaló más arriba, es resultado inherente de diversas experiencias de reclamo de estos grupos sociales en relación con el sistema político local, donde pueden efectivamente canalizar sus demandas. En este sentido, la movilización en los barrios populares resulta un recurso fundamental, donde aparentemente el Estado de Derecho no distribuye sus accionares democráticos, los relacionados con la inclusión y el bienestar (ver entrada Los Asentamientos, y la precarización social), mas bien, se hace presente una regresión de las posibilidades que antaño contaban los sectores vulnerables.
Frente a esta situación existe otra "categoría" de barrio que desde hace unos 20 años se ha precipitado su formación y posteriormente su expansión hacia el norte del Área Metropolitana de Buenos (AMBA), el denominado barrio cerrado o "countrie". Esta es una expresión inglesa que se ha extrapolado hacia diversos países de América Latina con las políticas neoliberales que conjugaron procesos de crecimiento y pobreza, alimentados de una creciente segregación socio-espacial, visible sobretodo desde los años `90. La apertura de la economía permitió generar esta nueva dinámica caracterizada por el desarrollo de proyectos inmobiliarios en áreas que con anterioridad no disponían de una elevada renta del suelo, pero que con la llegada de importantes sectores de clases altas en busca de "naturaleza" y de "desprenderse" de la vida urbana en las grandes ciudades, optaron por la residencia en estas áreas, que paralelamente al deterioro del tejido urbano de algunas zonas del sur del AMBA, nos encontramos con una revalorización del espacio en por ejemplo las localidades de Pilar y Tigre, dos de los máximos exponentes de esta situación residencial establecida por un conjunto de desarrolladores privados, potenciada por inversiones que provenían del exterior, dando lugar a un más dinámico y efímero límite entre lo urbano y lo rural. Espacios entonces que comenzaron a a estar en un lugar privilegiado respecto a la generación de actividades secundarias y terciarias que fueron, en cierto modo, "desurbanizándose" y generando nuevas modalidades de producción-circulación y consumo. No es paradigmático sostener por tanto, que fueron el epicentro de la nueva lógica capitalista a escala global, y de la decreciente intervención del estado en algunas esferas de la economía, con lo cual algunos autores, como Pablo Ciccolella comenzaron a hablar de "crisis de la ciudad", infiriéndose hacia mediados de los `90 el desarrollo de un modelo de desarrollo urbano dual, trasladable a la escala del barrio, donde esta dualidad se expresa entre los barrios ubicados por ejemplo hacia el norte y hacia el sur del AMBA, pero también al interior de la Ciudad de Buenos Aires, como es el caso entre el contraste entre zonas residenciales y las villas miseria, o en la ciudad de Retiro, donde esa significativa diferencia intraurbana es también muy elocuente y evidente.
Un ejemplo que explica en gran medida estos hechos, en los denominados barrios privados, que encuentran su "debe ser" en la nueva dinámica geográfica es sin duda alguna, la construcción de autopistas que conectan de forma directa estos nuevos subcentros (que desplazaron hacia un segundo plano a los tradicionales) con la ciudad central, han fomentado por otro lado el desarrollo de un archipiélago de islas urbanas, conectadas por esas vías de alta velocidad. Una cuestión que merece tener mayor tratamiento teórico, es la falta de intervención del Estado en las áreas de planificación urbana, más allá de que el papel que desempeñaron los agentes privados fue obsecuente con la apertura económica y la "necesidad" de obtener más esparcimiento para unas pocas familias en relación con ciudades con una densidad demográfica sustantivamente mayor.
En cierto sentido, las diferencias socioeconómicas existentes con los barrios populares y cuyo resultado mas evidente es la fragmentación socio-espacial, constituyen la postal de un país que ha venido experimentado diversas fracturas en su matriz social, caracterizada hasta mediados del siglo XX, por una homogeneidad, respecto a una mayor cohesión social, que hoy ciertamente es inexistente.
La redistribución del ingreso, el fomento de un mercado de trabajo formal y el desarrollo de políticas sociales y urbanísticas que disminuyan las distancias sociales en la población, es un requisito indispensable en la búsqueda de la equidad que pretende lograrse.
La vida cotidiana en los barrios juega un rol importante en estos nuevos tiempos puesto que este ámbito espacial, al constituirse en una determinada condición de arraigo de estos grupos sociales de diferente status social y/o étnico (respecto a que se traduce en una expresión territorial específica), posibilita la capacidad de expresión de los sujetos sociales, variable según el status social de los sectores de la población. El barrio en definitiva se trata de un lugar donde se condensan los contenidos ideológico-políticos y económicos y una entidad que en cierta manera, y según los casos, expresa la necesidad de cambios. Es por su escala, un territorio donde confluyen más rápidamente los procesos y las contradicciones en el contexto de las relaciones sociales, que conducen a la formación de la identidad local.

viernes, 19 de marzo de 2010

La Geografía Hoy

Abrir este blog supuso para mí poder empezar a expresar algunas ideas y opiniones sobre lo que entendemos por geografía, cuyo objeto de estudio es sumamente interesante y es lo que me motivó a seguir esta disciplina en la facultad. En general se puede pensar en el espacio (geográfico) como un espacio soporte, según las viejas tradiciones. Lo cierto es que las ciencias avanzan en su campo epistemológico y siempre se desarrollan nuevos conceptos y nuevas aportes teóricos que contribuyen a que ello suceda, ese es de alguna manera el "devenir científico". Lejos ya de las concepciones que primaron hasta principios de los años `70, la geografía está inmersa hoy día de las contribuciones de diversos campos de las ciencias sociales, lo que permitió desligarse de los métodos de las ciencias exactas, por ejemplo de las matemáticas. Los aportes de diversos exponentes de la escuela marxista, como David Harvey y Milton Santos permitieron desarrollar un cúmulo de nuevos conceptos para "ilustrar" la realidad geográfica que desde esa época comenzó a concebirse como una relación multidireccional entre la sociedad y el espacio, donde según Milton Santos el espacio es concebido como un producto social; es decir el espacio es simultáneamente materialidad y acción, dado que influye de alguna forma en las decisiones de los diferentes actores, sujetos y agentes sociales. Esto demuestra la importancia de categorías tales como fijación de valor, donde ante todo el valor es trabajo acumulado por el hombre. Otro tema importante que señala el autor analizado, y que va de la mano con lo anterior, es entender a la naturaleza desde el punto de vista de las modificaciones humanas que se han realizado desde la antiguedad. Estos cambios que hizo el ser humano de su entorno, fue adaptarlo a sus necesidades a través del tiempo y la transformación en una "segunda naturaleza" fue el resultado en ciertas partes del mundo (incluso en la época precolombina) de los avances realizados en la tecnología y la aplicación del conocimiento humano, sería tomar a la naturaleza más como medio que objeto de trabajo, según Marx. Otros científicos sociales muy significativos respecto a reflexiones sobre la dimensión espacial han sido Edward Soja, Henry Lefevbre y Manuel Castells, con aportes desde la sociología, y que contribuyeron con teorías enriquecieron notablemente el panorama de la geografía. Puesto que es una ciencia social, somos conscientes que las subdisciplinas naturales de esta ciencia, que se ocupan de estudiar los componentes biofísicos de la Tierra y su interacción (a distintas escalas), permiten comprender el espacio como una totalidad, siendo que utilizamos recursos y debemos comprender el "sustrato" biofísico para poder convertir esos elementos en recursos naturales, los cuales permiten nuestra supervivencia y el desarrollo de actividades económicas por ejemplo, en suma, se trata de reconocer a esa "naturaleza" como dinámica de la cual todos formamos parte.
Lo mejor que podría pasar es dejar de reconocer el paradigma de la descripción, ríos más largos, montañas más altas, ciudades más pobladas, y prestarle atención a esta disciplina que cada día reclama lo suyo, en aquellos ámbitos donde aún no se le reconoce su status epistemológico y continúa siendo como una ciencia dependiente de otras para con sus explicaciones. Las transformaciones en el mundo se trasladan a la construcción de nuevos enfoques puesto que cambian las concepciones de los que se encargan de estudiar esa realidad en permanente cambio. La geografía entonces, más allá de algunas apariencias, tiene mucho para decir al respecto.